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> Surfing in South West Australia – Por Nachete García

>> "Después de un año anclado en Somo con la reforma de la Escuela Cántabra de Surf y habiendo pasado una temporada intensa, Capi y yo decidimos ir a Canarias durante el mes de diciembre para entrenar, desconectar y surfear todo lo posible. Una vez allí, inspirado por el calor y las olas canarias empecé a darle vueltas a la idea de volver a Australia. Después de haber recorrido hace años toda la costa Este, en un viaje que dejó una huella imborrable en mi cabeza y corazón, era un magnifico momento para regresar. Volvimos en navidades a casa para disfrutar con la family y pronto me vi en el ordenador mirando mapas, olas y decidiendo mi ruta. Capi ya había tomado la decisión de volver a Costa Rica y Puerto Rico con su chica Shatana. Yo, otras veces he dudado hasta el último momento del destino de mi viaje, más que nada porque hay tantos sitios que me atraen visitar, pero esta vez tenía bastante claro que quería volver a Australia, aunque aún no tenía muy claro a qué zona ir.." En la ampliación reportaje detallado…

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01_nachete_14.jpg… Durante estos últimos años han pasado muchos instructores australianos por la escuela, lo cual ha ayudado al crecimiento y profesionalización de la misma; personas como Ben, Andrew, Nick, Oliver, Aaron, Bratt, Mez… y muchos de ellos siempre me habían hablado de la calidad de las olas del oeste y sur de Australia, donde había mucho más tamaño y menos gente que en la costa este. Eso siempre había sonado bien en mis oídos y tenía claro que la locura del este no era el tipo de viaje que quería volver a realizar.

Viajando solo durante dos meses, mirando mapas y guías, decidí que la mejor opción era atacar el océano indico, la costa sur oeste de Australia. Compré un billete rápido hacia Perth y mirando mapas en el último momento sentí un deseo indescriptible de cambiar ruta e ir hacia la costa Noroeste de Australia, donde residen muchas de las izquierdas más largas y perfectas del mundo, pero muchos me recomendaron que viajando solo, sin un buen 4×4 y una muy buena preparación era una locura. Así que el viaje atravesando la costa de Batavia, Geraldton (con sus olas maravillosas, Drummonds, Sunset Beach, Hell´s Gate, Tarcoala…) Kalibarri (con Blue Hotels, Jackes…) hasta llegar a donde realmente he soñado surfear alguna vez, que es la zona de la costa de Gnaraloo, con Turtles, the Bluff y todas esas olas que vemos en los videos de Ry Crayke y cia. tendrá que esperar. Después de todo, seguir pensando en el estado más grande, con menos población y con algunas, sino las mejores izquierdas del mundo para un goofie, es un sueño bonito de conservar. Si bien, el hecho de atravesar uno de los climas más duros del continente australiano y posiblemente del mundo, con el desierto Gibson y el gran desierto Sandy, frenó este impulso irracional de última hora y marqué en rojo mi destino “Decidido, me voy al Sur Oeste de Australia”.

Unos días antes, Pablo Gutierrez “Guti” me habló maravillas de la costa Suroeste australiana y me dijo “vas a flipar”.  Una de las últimas llamadas que realice antes de coger el avión fue a Gorka Yarritu, quien sabía que había estado varias veces, ya que su hijo Ibon, un crack, vivió allí temporadas junto a su madre. Gorka me dio algunos consejos y dijo – “Nachete, es un paraíso, vas a gozar y acuérdate de mí cuando estés rodeado de moscas”. Con ánimos renovados, sabiendo que mi destino era bueno y aún con dudas en mi cabeza si intentar la “excursión” hacia el norte, me encuentro en el avión pensando: ¿Qué habrá querido decir Gorka con lo de las moscas..?

Pienso que nombrar, recorrer y surfear todas las olas de esta costa llevaría una vida entera, pero durante estos últimos dos meses mi única misión ha sido surfear toda la zona y espero que este “pequeño” relato, os entretenga y ayude un poco más a conocer la costa suroeste de Australia a todos los que estéis pensando realizar el surftrip. Y a los que no, os estimule e invite a conocerlo algún día. Nos vemos en el agua.

ONE LOVE

CAPITULO 1 – PERTH, SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

02_nachete_14.jpgNunca he sido de ciudades grandes. Mi atracción hacia el “concrete jungle” jamás se ha despertado en mi interior y siempre me he sentido como pez fuera del agua. Siento que mi pulso cardiaco y mi cabeza no van al ritmo deseado en estos lugares. Viviendo en un lugar tan tranquilo como es Somo, donde me paso la mayoría del año descalzo y asalvajado, mis visitas a las grandes ciudades son como las de Paco Martinez Soria a Madrid. Sin embargo, sin haber conocido otras ciudades como Adelaide o Melbourne, Sydney me dejó un gran recuerdo e igualmente lo ha hecho Perth.

Después de dos días enjaulado dentro del pájaro metálico, aeropuertos, etc. llegué a Perth, la mejor forma de entrar a Western Australia. Rápidamente llegué a la dirección donde tenía que recoger mi jargo. Mi nueva casita con ruedas se hizo sentir como mi nuevo hogar en un instante y aunque Perth es una ciudad bonita y tranquila, fácil de manejarte, ese día salí del bullicio, no sin antes perderme varias veces en mi camino y liarla con la conducción por el carril contrario.

Las playas están a unos 20 minutos de la ciudad, pero he de reconocer que ni la orientación, ni la conducción, ni los mapas son mi fuerte. Una vez en la playa, con el olor del salitre, el sol achicharrando mi calva, mi pulso y corazón volvieron a su estado habitual y sentí que aquí es donde verdaderamente comenzaba mi surftrip. Las playas de Perth son larguísimas, con arena fina y blanca, bien cuidadas, lugares llenos de vida, donde todo el mundo hace deporte, pero no llegan al caos de las playas de Bondi o Manly en el este. Tras una noche larga donde los sueños e imaginaciones de este surftrip se entremezclaban con el propio cansancio y jet-lag del viaje me desperté en Main Beach. Después de un bañito rápido en la playa para espabilar y comprobar la temperatura del agua – “Dios estoy en el paraíso” – me fui en busca de surf shops para hacerme con un buen quiver para el viaje. En Scarborough encontré un tiendon, The Board Room, donde me hice de dos pinchos, una tabla intermedia y sorpresa- “¿Qué tienes ahí medio escondido..? For Mick – venga ya ¿estás de coña?” Una Puzzle hecha para Mick Fanning en 350 $ AUS semi-nueva y con una pinta increíble; un cóncavo en el bottom de la tabla desde el medio hasta la quilla central y una sensación de “Nachete llévame contigo”… y conmigo se fue, junto a otras 3 joyitas, haciéndome salir de la surfshop más contento que un carnicero con cuchillos nuevos. Además el dueño de la tienda me dijo que Trigg Point, la mejor ola de la zona estaba rompiendo esa mañana. Así que, con el pulso acelerado, la sonrisa en la cara y mi nueva Mick encerada llegué al parking de Trigg Point, donde todo ese subidón se cayó por los suelos al ver la ola – ¿Y esta es la mejor ola de Perth..?- pensé. Ummmmm. Trigg Point es una derecha corta e intensa, con sección de tubo, que rompe sobre una laja de piedras. Siempre tiene tropa, aunque con paciencia rascas alguna ola. He visto fotos y con swells inmensos es una tubería. Primer bañito del viaje para soltar músculos siempre viene bien, pero la primera impresión de las olas de Perth la verdad que fue un poco decepcionante. Hacia el norte de T-Point hay algunas olas principalmente para Superos y Longboarders.

Hacia el sur, Scarborough es un pueblo precioso donde cargar las pilas antes del viaje, con casas brutales, parkings a pie de playa, surfshops, playas preciosas, como Brighton Beach (no he visto una playa fea), aunque sin un buen swell hay poco o nada que rascar.  Sigue la carretera 71 que te lleva por toda la costa hacia el sur y llegaras a Floreat Groyne, con varios picos y poca gente en el agua, por la fama que tiene de ataques de tiburón. City Beach pocos kilómetros. después tiene más surfistas y un espigón en frente del club de salvamento, donde verás a la gente volar en olas de risa, mientras todo el mundo hace deporte en la playa. En Cottlesloe hay varias olas, como en Main beach, pero al igual que en el resto necesita mucha mar, por eso crearon en la zona un reef artificial llamado Cable Station Reef. Las playas de Cottlesloe son preciosas, pero salvo la peculiaridad de que tiene dos playas que son el paraíso para los perros, Mosman y Dog beach, no destacaría mucho más. Los perros en Australia son felices, nunca he visto tantas playas y zonas para perros en mi vida. La carretera 71 conecta con la 5 que te lleva a Fremantle, ciudad en toda regla, que dependiendo de por dónde entres te gustará o decepcionará. Las playas aquí están pegadas a un puerto enorme, por lo que aunque son bonitas, las vistas dejan que desear. En cuanto al surfing se refiere pocas olas.

Perth es una zona especialmente ventosa, ideal para el kite, el sup, relajarte en las playas, que son muy bonitas y donde hay algunas escuelas y playas como la zona del observatorio, Scarborough Beach, Brighton, Floreat y City beach que son buenas para aprender a surfear. Toda la zona de Perth tiene buenos reefs y mucho potencial con un mega swell, pero no tengas grandes expectativas. Explóralo, disfrútalo, pero ya te adelanto que pocas olas y mucha tropa. Saliendo de Frementle hacia el sur, la ciudad de Rockingham, aunque industrial, tiene una playa alucinante. Hasta el pequeño pueblo de Mandurah no encontrarás nada destacable, salvo playas preciosas, ya que la Penguin Island bloquea la mar. En esta isla sí que hay olas, al igual que en Rottnest Island, donde sí que hay buenas y es sin duda un buen surftrip.

Camino hacia el sur, dirección Australind y Bunbury por la vieja carretera 1 de la costa, merece la pena pararse en dos playitas Myalup y Binningup Beach, donde los 4×4 son dueños de las playas y verás pivotes en mitad de la playa que les impide el acceso a ciertas zonas. Australind y Bunbury son dos ciudades bonitas, pero rara vez hay olas y estando tan cerquita de lo bueno querrás pasarlo rápido, dirección a la bahía de Busselton, espectacular, para luego desviarte a Dunsborough, un pueblo muy bonito, un lugar alucinante, con una playa de arena inmensa, bordeada por casa millonarias, con una Quik Boardriders del mítico Jake “Snake” Paterson y donde tendrás que tomar la “difícil” decisión de si tirar rumbo a Margaret River, dirigirte a Yallingup, o por si el contrario, tirarte la aventura en busca de dos olas menos conocidas, pero que merece la pena explorar, como son Rocky Point y Windmills. Consejo- Aunque llegarás con muchas ganas de surfear y explorar, ten paciencia y salvo que llegues con un mega swell, no pierdas mucho tiempo por la zona de Perth y alrededores.

CAPITULO 2 – SEARCHING FOR ROCKY POINT

03_nachete_14.jpgDespués de 4 días de sesiones mediocres y mucho searching, sabía que me encontraba en la ante sala del pequeño paraíso que son los 40kms de surf spots que hay entre Yallingup y Margaret River, sin duda la zona de mayor potencial de surf y calidad de olas de toda la costa Sur Oeste Australiana. Pero antes, estudiando el mapa, había visto una península y dos surf spots, Rocky Point y Windmills, que habían llamado mi atención. Me levanté temprano en Dunsborough y decidí encontrar primero Rocky Point (RP). Se encuentra entre las bahías de Bunker y la de Eagle. No viene señalizada, así que tendrás que preguntar, pero la mejor manera de llegar es desde el parking de Eagle, busca un sendero y síguelo dejando la mar a tu derecha durante 2 kms. La caminata merece la pena y si triunfas puede ser una de las experiencias de tu vida y "highlights" del viaje. Necesita mucha mar y que el resto esté desfasado. Por este lado de la península hay varias olas para aprender, playas y rincones maravillosos, por lo que recomiendo al menos intentarlo. Además, si aquí no hay olas en el otro lado de la península es donde realmente empieza la diversión.

Pasado RP, en la bahía de Bunker encontrarás a la derecha Bone Yards (los locales la llaman The Farm) y a la izquierda de Sheley Beach, The Quarries, al igual que RP necesita mucha mar. RP es un izquierdon impresionante, pero que necesita un swell enorme del SO-O. El sitio es alucinante y por toda esta zona he visto algunas de las mansiones más lujosas que jamás he visto. El programa de TV “¿Quien vive ahí?” tendría varias programas por grabar aquí. Después de horas de calor decidí darme un pequeño baño en RP, para después seguir hacia el faro de Cape Naturaliste, donde un local me había dicho que debajo había varias olas, The Lighthouse, The Channels, The Deck… surfearas solo y dicen que es el mejor sitio para ver ballenas, pero yo no vi ninguna y lo único que vi fueron focas, sombras inquietantes en el agua y algunas olas divertidas. Pero solo en el agua la verdad que me sentí como comida de tiburón, algo que más tarde descubriría que no andaba muy lejos de la realidad. Volviendo a la furgoneta, me perdí, para variar, por uno de los senderos; antes había visto una serpiente y sabía que anocheciendo no era el mejor sitio para perderse. Cuando la desesperación empezaba a vislumbrar mis pensamientos más racionales vi llegar a lo lejos un mochilero con cara de “¿Que coño haces aquí en mitad de la nada con una tabla de surf..?” Le expliqué la historia y con una sonrisa me dijo- “U are crazy, that place is extremelly sharky” Me explicó que al haber ballenas hay muchos tiburones blancos y que normalmente no se surfea ahí. Ya en la furgoneta, en la oscuridad de la noche, pensé que esas sombras habían estado muy cerca y entre pesadillas y la tensión del día conseguí descansar, pensando que esa iba a ser toda mi experiencia en RP y que al día siguiente probaría mejor suerte en el otro lado de la península, empezando por Windmills.

CAPITULO 3 – EL ATAQUE DE TIBURON EN WINDMILLS

“Hoy tiene que ser mi día”- Pensé… y casi lo es. Al otro lado de la península de Cape Naturaliste hay varias olas, aunque muchas necesitan un 4×4 para acceder, te evito ya la agonía. Al llegar a Windmills no vi a nadie en el agua y no quería otro día de nervios como el anterior en RP. Al poco apareció un 4×4 y un surfista saludó y entró decidido al agua. Después de permanecer un rato observándole, me decidí a acompañarle en su sesión. Resultó ser un surfista neozelandés que también estaba de viaje y disfrutamos de un día de surfing solos, con olas tuberas de derechas y empecé a pensar que esto si es lo que había venido buscando al otro lado del mundo. Windmills tuvo olas divertidas ese día, pero al parecer a partir de dos metros suele cerrar. El kiwi me dijo que si quería podíamos ir en su 4×4 a chequear otras olas como Sugarloaf y The Other side of the Moon, a la izquierda del faro. Tampoco había gente en el agua, le pregunté al kiwi si eso era normal y me respondió que el día anterior había surfeado con ocho personas en el agua. “Pues debe ser nuestro día”- pensé.

Después de un día brutal de surfing en buena compañía con Billy, el buen surfista NZ, me acercó a mi furgo en Windmills. El hecho de dejar mi furgo con todas mis cosas en mitad de la nada, no me había seducido, pero las ganas de surfear hicieron el resto. Al llegar a la jargo vi un 4×4 de los rangers pegado a mi furgo y pensé- “Brown”. Cogí mi traje y mis tablas del 4×4 de Billy y mientras nos despedíamos apareció un ranger con cara de loco y pocos amigos (walkie-talkie en mano) “You idiots!!” “¿Qué pasa..? ¿Que hemos hecho..?” se apresuró Billy en responder, ya que no le debió parecer la mejor forma de saludar por parte del ranger loco. – ¿No os habéis enterado..?- Billy y yo nos miramos y al momento el ranger nos dijo que esa mañana unos pescadores habían visto como un tiburón blanco se había comido una foca a escasos metros suyos. “Las playas están cerradas” gritó el ranger loco. No sé qué cara pondría yo, pero si fue la mitad de expresiva que la de Billy, me la imagino. Eso explicaba nuestro día de surfing solos. Los ataques de tiburón allí corren como la pólvora entre los surfistas y salvo Billy y yo, el resto sabían que no era un día seguro para entrar al agua. El pobre ranger llevaba un rato con sus prismáticos mirando la mar, intuyendo que algún incauto podía haber sido la siguiente víctima del tiburón y al verme llegar a la furgo pude leer en sus ojos, las ganas de darme un tortazo, pero a la vez el alivio de ver que estaba de una pieza. Esa noche entre los mosquitos, las moscas (tendrán su propio capítulo) y las pesadillas con los tiburones, no la olvidaré.

Consejo: tanto RP como Windmills son olas decentes, pero habla con los locales y asegúrate de que haya un buen swell. Mucho esfuerzo, poca recompensa y la realidad de los tiburones aquí posiblemente es mayor que en ninguna otra zona de la costa. Una realidad que está más vigente que nunca….

CAPITULO 4 – SHARKS

Nunca pienso en cosas malas cuando viajo, al contrario visualizo siempre todo lo positivo que me puede pasar. Saber que estoy solo y puede pasarme algo no está en mi mente. He estado de surfari en muchos sitios como Sudáfrica, Hawái, Jamaica, Senegal, Ghana…  donde sé que hay ataques. Especialmente en Sudáfrica con mi primo Raúl y el gran Roy, en un lugar que se llama Breeze Point, en mitad del desierto del Transkei, sentí algo extraño dentro del agua y una sensación de que una sombra muy grande me rozó, justo antes de saltar varios delfines a mi alrededor. Luego al verlo en video tuve la sensación de que esos delfines habían evitado que un tiburón me atacase. Otra vez en Hawaii, en Marihuanas, en el North Shore de Oahu, vi pasar por debajo varios tiburones. Sombras y sensaciones he sentido y experimentado muchas veces. Os engañaría si os dijese que no tengo miedo a los tiburones y que muchas veces dentro del agua contemplo esa posibilidad, sobre todo en destinos donde estoy solo en el agua. Si estos pensamientos fuesen mayores que mis ganas de surfear, no entraría al agua y mucho menos solo, como lo he estado haciendo en muchos spots de este surftrip. Sin embargo, me da más miedo el hecho de poder tener un accidente de tráfico, atropellar un canguro por la noche…etc. Pero, a diferencia del otro viaje por la costa este, esta vez en el sur oeste el tema "shark" si me ha acompañado durante todo el viaje y es cierto que he tenido otra sensación. Un amigo que vivió en directo un ataque de tiburón en Australia, me dijo que justo antes del ataque, sintió como si todo se parase, como si todo se volviese negro y la vida marina desapareciese, justo antes del ataque. Esa señal ha estado en mi cabeza este trip. He visto muchos delfines, algunas focas, aletas y sombras de tiburón muy cerca. Dos llamadas de aleta de tiburón en el lineup, una en Yallingup y otra en Gracetown. He visto como todo el mundo remaba por su vida, como las playas son cerradas, carteles indicando “Shark activity Recently” “Shark Attack”…

Todo esto, junto a mi experiencia en Rocky Point y Windmills rápidamente me alertaron e hicieron consciente de que los tiburones aquí son una gran realidad. Tal es la psicosis actual por el incremento de ataques de tiburón que ha habido en los últimos meses, que el gobierno ha lanzado una mega campaña para reducir el número de ataques. Ahora mismo venía escuchando en la radio que ayer han capturado 69 tiburones blancos, tigres… Se habla de poner redes, de la distancia que deberían de tener esas redes frente a las costas. Está en todos los medios y es tema de conversación en los parkings y dentro del agua. Con más de 7 ataques mortales en los últimos meses, el último hace menos de un mes en la bahía de Cowaranup, donde he surfeado a menudo, no es para tomárselo a la ligera. Existe una gran controversia, con detractores y gente a favor. Hay una campaña que seguro habéis visto donde aparece un tiburón y al lado un buceador y el anuncio dice que hay un asesino, que mata al año tantos…y al final el asesino es el hombre. Cuando hablas con los pescadores y buceadores siempre te dicen lo mismo-  “Skarks..? Yeahhh mate, there´re many out there, really close from shore, is full of sharks, but they have plenty of food, and U are not on their menu, so nothing to worry about it bro”

Hay helicópteros cruzando los lineups mientras surfeas, pura propaganda. Hay número de teléfono en todas las playas para avisar cuando ves un tiburón y entre los surfistas más veteranos hay un sentimiento de que se está creando una alarma social sin igual, que jamás antes habían vivido. He visto a muchos surfers levantar sus piernas, elevar sus brazos, mosquearse con algo que han visto, o ha pasado por debajo, incluso grita shark!! Cuando en realidad lo que habían visto era un delfín. Que hay tiburones está claro, pero si te toca, pienso que es tu destino y aun siendo un destino cruel, te pasará haciendo lo que más te gusta en esta vida, o casi lo que más… Si perdiese un brazo o una pierna me veo en la puerta de la escuela contando la misma historia una y otra vez jeje… Desde luego que si piensas en los tiburones nunca te aconsejaría este destino.

CAPITULO 5 –  LOS TRES OSITOS

Siguiendo hacia el sur dirección Yallingup por la carretera de Caves Road, verás un cartel que indica Biddles Road, sin un 4×4 ni lo intentes,  yo ya lo hice por ti. Después de un track de tierra esta carretera te llevará a Three Bears. En todo el viaje sólo he tenido la oportunidad de surfearla tres días, mucho menos de lo que me habría gustado. Siempre utilizando la misma técnica, dejando la furgo al inicio del track y esperando con la tabla y el traje a que algún 4×4 se enrollara y me acercase. Que el acceso sea malo evita las masas y es que los trs ositos es un spot muy goloso. El que puso el nombre no se rompió la cabeza, pero a la vez define muy bien lo que te vas a encontrar. Papa Bears es el primer reef, con un take off poderoso y crítico, lanza un tubazo y por momentos casi va en seco. Mama Bears es otra buena izquierda pero más noble y maniobrable, mientras que Baby Bears es un caramelo. Hay locales, pero surfearás muy buenas olas. Yo los tres días que he ido he triunfado y he estado surfeando todo el día hasta desfallecer. Sin duda uno de mis spots favoritos, no te quedes sin ir. Entre 3 Bears y Yallingup hay un par de olas más, una creo que se llama Shivery Rocks, pero sin un local y un buen 4×4 ni lo intentes.

CAPITULO 6 – YALLINGUP: UN OASIS DE SURF

04_nachete_14.jpgHay un antes y un después en el surftrip hasta llegar a Yallingup. Después de conducir por tracks de tierra y hacer kilómetros con mayor esfuerzo que recompensa, llegarás a este pequeño oasis de paz, tranquilidad y buen surfing, del cual cada vez que te vayas, te costará alejarte. Pueblo pequeño, reserva del surf y lugar mágico, sin duda uno de mis spots favoritos de todo el viaje. La principal rompiente de Yallingup es fácil de encontrar, ya que la verás en frente del aparcamiento. Hay un parquecito infantil con la réplica de un tubo, que cuando le das a un botón sale como si fuese un sifonazo y donde los niños juegan e imitan los tubos de su ídolo, el héroe local Mr. Taj Burrow. Junto al parque verás una estatua, monumento al surfista, donde en la placa leerás la importancia que tiene este lugar dentro del surfing en Australia, lugar pionero en WA y por extensión en todo el mundo. Si esto es meca, este lugar huele 100% a surfing.

Todo el que haya estado alguna vez en Australia es consciente de lo bien que tienen cuidado todo, en eso tenemos mucho que aprender. Desde cualquiera de los miradores tendrás una buena visión de todo y entre sesión y sesión escucharás a los surfistas locales, comentar las olas, los vientos y mareas…eso que no cambia en ninguna parte del mundo y que siempre te hace sentir como en casa. Si miras al frente, pellízcate pero no estas soñando, tus ojos se iluminaran al ver un reef que parece cortado a navaja por la mano de Dios. Este reef crea por detrás del mismo, hacia la orilla, una piscina natural, donde el agua es de ese color que tienen las postales y donde los niños y los bañistas chapucean con tranquilidad. Una vez pasado este primer reef comienza lo bueno. El pico corre de derechas e izquierdas, siendo la diestra más técnica y rápida; cuidado con la última maniobra porque se queda en seco. Mientras, la izquierda va cogiendo profundidad a medida que avanza por el canal, pero no sin antes haberte subido la adrenalina, al ver la cantidad de setas rocosas que van asomando en tu trayectoria, especialmente los días más pequeños. Es una maravilla de ola, muy buenas sesiones y un spot "highly recommended."

Existe una gran cultura surfera, se respira surfing por todos lados y dentro y fuera del agua hay inmensidad de míticos por metro cuadrado. Aquí no hay un Meco, Lolis…hay 80 en el agua y surfeando duro. Cada sesión es una gozada y este lugar es un "must" en tu surfari. Los días pequeños se llena de míticos con longs y sups. Además, piensa que de Yallingup a Margaret River hay unos 45 minutos en coche y es un buen lugar de referencia, buen indicador de la mar que vas a encontrarte de camino. Normalmente entra un poco menos de mar que en Margaret River. A la izquierda de la playa hay un reef plano, Rabbits, donde salen buenas derechas, muchas veces con tubazos. También hay otra ola Shallows, que lanza picos de derechas e izquierdas sobre la laja de rocas. Saliendo del parking de Yallingup hay un mirador y en frente rompe una izquierda seca que lanza muy buenos tubos y es divertidísima. Contra más grande mejor, porque el take off con mar se aleja de las rocas. Un poco más adelante hay otro mirador a la derecha, desde donde verás Smith Beach y el derechon tubular de Supertubes si coges un camino de unos 3 minutos. Desde Smith Beach también hay un track de unos 5 minutos que te lleva a Supertubes. Smith Beach recuerda un poco a Francia, olas orilleras y tubulares de izquierdas y derechas, siendo el mejor pico a la derecha de la playa. Los días grandes en el córner izquierdo sale una zurda pegada a las rocas muy divertida. Todo esto en unos 10-15 minutos andando, así que no es extraño que Pros de la talla mundial de Taj y otros grandes surfistas hayan heredado esta cultura surfera y saliesen de la cuna surfeando y casi con un destino escrito. Un sitio maravilloso, con muy buenas olas y una gran historia surfística detrás. Pero por si fuese poco, de aquí a Margaret River la cosa no para.

CAPITULO 7 –  INJIDUP: EL SECRETO DE TOM CURREN

Toma la salida de Wyadup Road y síguela hasta el final donde llegarás al parking y encontrarás dos reefs de derechas brutales, el de Injidup y más afuera Pea Break. Dos olones potentes, "only for the brave ones". Son dos olas adrenalínicas, pero a la vez perfectas, sobre todo los días grandes, que no van tan metidas sobre las rocas. Si se te rompe tu tabla, o el invento, estás bastante fastidiado. Hay baños que o sales victorioso o saldrás por las rocas. En muchos de los videos de Taj Burrow y Tom Curren sale esta ola. De hecho, hace muy poco leí una entrevista donde Curren decía que era su surf spot favorito en Australia. Injidup me recuerda a muchas olas portuguesas.

Volviendo la carretera hacia atrás de Injidup Reef, hay una carretera, Cape Clairault, que bordea la costa y llegarás a un parking. Desde el mirador verás a la izquierda Injidup Point, un pointbreak de izquierdas buenísimo, con tubazos y tramos en seco. Mientras, en la playa hay dos picazos que rompen sobre un bottom de reef y arena, que los días buenos es una pura tubería de derechas. Súper divertido y normalmente protegido del viento. Fun waves. Recommended.

Después de Injidup hay un par de olas Wildcat y The Window, luego Moses Rock y después fíjate en una carretera que pone Juniper Road. Esta carretera te llevará a Gallows (izquierdón), Guillotines y Hangmans, dos reefs duros de derechas complicadas, pero donde surfearas solo o con muy poca gente porque el acceso es complicado. Por toda esta zona hay varios tracks que te llevan a buenas olas, pero sin un local o un buen 4×4 perderás el tiempo y recomiendo seguir carretera hacia la siguiente bahía.

CAPITULO 8 – COWARANUP BAY: EL PARQUE DE ATRACCIONES

07_nachete_14.jpgGracetown, en la bahía de Cowaranup, es un pueblito increíble, dentro de una bahía de postal. Se encuentra a medio camino entre Yallingup y Margaret River, a unos 25 minutos y si hay mar, es un auténtico parque de atracciones para cualquier surfista. Los días de viento y mucha mar es una de las mejores opciones, porque está muy protegida. Según llegas hay un mirador de tierra a la derecha donde tendrás la mejor panorámica de toda la bahía. Si esta on-fire darás gracias de estar ahí. Debajo, en el "boat ramp" rompe un derechon, North Point. Los primeros días la surfeé pequeña y preveía el potencial de la ola, pero con el swell más grande del viaje, al regresar, no pude imaginarme ni en mis mejores sueños que la ola pudiese ser así. Cuando está grande es un espectáculo y verás los mayores tubos casi del viaje. Nada que envidiar a Indo y barrels donde entra un autobús, o tú mismo metido en uno de los mayores boquetes de tu vida. Cuando esta todo desfasado, Gracetown es la opción, por lo que se llena de tropa y la derecha de North Point lo hace especialmente de bugueros, jet skies y surfearla de back-side, es tan rápida que lo habitual será que comas y te dés la paliza de tu vida, no sin antes haberte deslizado unos metros por un barrel de ensueño. La verdad que la ola es muy jarta, puro tubo y además al final de la ola forma un codo y se queda totalmente seca. Hay días, como en Hawaii, que entrarás con 2 metros y en cuestión de horas, entrarán series de 3 ó 4 que te explotarán con violencia en la cabeza. "Only for the brave ones". Es una ola dura y de consecuencias, donde mi único consejo es que remes las olas como si tu vida dependiese de ello, coge una buena línea dentro del tubo y reza. Es un espectáculo de ola, dentro del agua nadie regala nada y se respira tensión, sobre todo cuando ves lineups de más de 10 olas en el horizonte que sabes que te van a crujir. Complicado coger olas con tantos bugueros, pero si rompe ni te lo pienses. Desde fuera parece una cosa, pero cuando estas dentro y ves los cilindros se te cambiara la cara y sí, frótate bien los ojos…son tubazos lo que ves. Si te lo quieres hacer tranquilo puedes remar desde el boat ramp, sino desde las rocas elige bien el timing y mira que no venga ninguna serie o lo tendrás complicado.

A la izquierda de North Point hay un reef que cuando está grande se llena de superos y siguiendo la carretera hacia la izquierda en el otro lado de la bahía hay olas menos hardcore que North Point. En frente del parking verás una ola que rompe sobre reef y arena que se llama Hussers y que los días pequeños se llena de niños, longs y supers, donde surfearas olas divertidas de izquierdas y derechas. Al fondo estarás viendo la izquierda de South Point. Esta ola me recuerda a la fortaleza, en Cantabria, pero más técnica. La bajada es de infarto ya que la ola se recoge súper pegada a las rocas y los locales saben bien dónde ponerse, así que estudia sus movimientos, pero mi consejo es esperar por debajo a la que se escapa, o mejor aún, ir a por las grandes de la serie. Irás sobre una baba de espuma, haz un cutback, no te recrees mucho o te meterás en las rocas, coge una buena línea y posiblemente te lance un tubazo relativamente cómodo. Al salir, tendrás un cutback eterno, carveale bien, pégate de nuevo a las rocas y engancharás otra sección de tubo, para luego recrearte en carving y cutbacks hasta casi llegar a la orilla. Súper divertida y muy buena ola. Recommended.

Desde el parking hay un track que te lleva casi a la punta para saltar desde las rocas y te evita la remada desde la orilla. La izquierda es mucho más relajada que la derecha y si quieres quitarte el buitreo de los bugueros de North Point y la tensión de la derecha te la recomiendo. Esta bahía es divertidísima, me ha dado muy buenas sesiones y cuando esta peque hacia la izquierda de la bahía, sigue la carretera, encontrarás una playa inmensa con muy buenos picos y sesiones divertidas. El último ataque de tiburón se había producido aquí hace menos de un mes, pero como ya os he dicho ese peligro existirá durante todo el surftrip.

CAPITULO 9 – LA SOLEDAD DE ELLENSBROOK

A escasos 15 minutos de Margaret, en el norte, hay varias olas y reefs de izquierdas y derechas de mucha calidad, con buenos tubos y con muy poca gente, como Lefthanders, Big Rock, Cobblestones, Noiseys…pero sin duda yo destacaría Ellensbrook. Hay muy buenas olas, he tenido sesiones solo, o con muy poca gente y si quieres relax y surfear solo es el point antes de llegar a Margaret River. Recommended.

CAPITULO 10 – MARGARET RIVER y EL SEÑOR DE LAS MOSCAS

08_nachete_14.jpgAntes de llegar a Margaret River (MR) todos tus instintos ya se habrán despertado. La carretera es preciosa, con árboles en los lados que crean un túnel natural, viñedos de uvas y canguros por todos lados, que te dan la bienvenida. El pueblo es precioso, con skate parks y algo de vida nocturna, con el Settlers como punto de referencia para ver conciertos y tomar una cerve. Hay cuevas, excursiones, casas preciosas y una calidad de vida aún superior a la media australiana que en general ya es alta de por sí. Las olas están a 6 km del pueblo y es normal que con las olas y vuelos a Indo por menos de 100 AUS los ozzys surfeen y tubeen como lo hacen. Pocas cosas conocía antes de ir a South West Australia, pero MR sin duda era uno de esos sitios conocidos. El lugar respira surfing por todas las esquinas y es un lugar comodísimo y de ensueño para un surfista. Una de las mejores cosas es ver el nivel del agua, sobre todo observar a los más mayores, con sus barbas "zz top" y sus cascos militares en la cabeza, parecen salidos de una película. Gran cultura surfera y gran spot de surf.

Reconozco que al principio de llegar a Margies, como lo llaman los locales, me sentí un poco sobrecogido, tantos reefs rompiendo fuera, el viento, las moscas… pero al poco tiempo vas controlando el viento, los spots, las mareas y rápidamente comprendes que estás en un auténtico paraíso. Olas por todos lados, lo más parecido al north shore hawaiano que he conocido y tú, un surfer, con ganas de mejorar y demostrarte a ti mismo que estás preparado para coger estas bombas, lanzarte en los take offs más salvajes de tu vida, carvear algunas de las olas más potentes y entrar en cavernas, sin saber muy bien dónde está la salida. Porque, al fin y al cabo esto resumiría muy bien lo que es Margies. Son olas duras, donde tienes que remar y lanzarte con decisión o estarás perdido. Lleva unos buenos pinchos, porque los días grandes los vas a necesitar. Mueve mucha agua y es uno de los surf spots más consistentes del mundo, con olas durante todo el año. Hawaii me pareció mucha más calidad, pero la fuerza de las olas, las bajadas y ciertas sesiones sí que se asemejan.

Empezaré el recorrido de las olas de MR por Surfers Point, más conocida como The Point, el parking central y el anfiteatro de todo este gran espectáculo. Creo que es dónde más tiempo he pasado de todo el viaje y donde más he surfeado. Quizás sea la ola donde más gente hay, pero los días grandes se hace una selección natural, además los locales, los zztops y los míticos de los cascos se hacen respetar, por lo que viajando solo y respetando, no tendrás problemas. The point es un sitio cómodo para surfear; el parking te da una visión formidable, tiene sus duchitas, barbacoítas y cuando bajas por primera vez, ves las placas recordando a los muertos, recordándote que al igual que en Yallingup, estás en una reserva natural protegida de surf  SHARE/ RESPECT/ PROTECT. Bajas las escaleras, ves el banco dedicado a todos aquellos que cogieron su última ola, antes ya viste el monumento con la chica patinando en la entrada del parking, pero ahora tu mirada se detiene en las placas que hay pegadas en la escaleras que dan acceso a la playa. Empiezas a leer los nombres de los ganadores del mítico y prestigioso MR Pro, hasta que pisas la arena, entonces tu pulso se acelera, empiezas a remar por el pequeño canal natural que hace el reef y sabes que estás entrando en un spot histórico cultural de surfing.

Todos estos pensamientos y sensaciones se disipan rápidamente porque ves el primer set de olas elevarse en el horizonte y aunque sabes que para un primer baño en Margies con 2 metros te encuentras cómodo, ya has visto cómo es el reef entrando y desde luego que no quieres hacerte papilla ahí en el primer baño. Allí están en el agua ZzTop y todos los cascos verdes militares. Te colocas educadamente en el lineup, ya has visto caer alguna bomba y has experimentado la fuerza de la mar con tus primeros "duckdives". De repente, ves esa ola que lleva tu nombre, es la tercera ola de la serie y ves muchas más detrás, por lo que no quieres fallar. Remas con fuerza, como si tu vida fuese en ello, con un pincho bajo el pecho, que aún no sabes muy bien cómo va a reaccionar y ahí te espera; ese take off eterno, que parece que se detiene el tiempo, tu lengua tensa como la de un reptil, el corazón que parece que se te sale por la boca y tus ojos a punto de salirse de órbita. Una vez abajo, sabes que has logrado lo peor “Dios que es esto..!” te marcas un buttom amplio y salvador. Siempre he pensado que hay dos tipos de surfistas, los que cierran bien su buttom para pegar fuerte al labio y volver recto hacia abajo y los que hacen un buttom amplio para escapar la parte crítica de la ola y quedarse a salvo en la pared de la ola. Sin duda, en decimas de segundo mi cabeza da la orden a mi cuerpo de que no es el momento para tratar de clavar el "reentrazo" de mi vida en la primera ola en The Point, por lo que opto por la segunda opción. Aun así, estabas equivocado si pensabas que todo había acabado, porque la ola ha tomado su propia decisión y mientras tú optabas por el buttom turn seguro, ella tenía otros planes para ti. Una pared enorme, gruesa y tubular esta justo por delante de ti. ¿Cómo puede ser eso..?- Piensas… Tus opciones se cierran a meramente dos; o bien lanzarte del barco y empezar comiendo la sesión, sabiendo además que detrás vienen más olas con ganas de maltratarte, o ir por dentro sí o sí. Décimas de segundo separan muchas decisiones en la vida de acertar o fallar, pero un tubo en la primera ola y ya en la salvación del canal, sabía de inmediato que esta ola y yo nos íbamos a llevar bien, muy bien…

La izquierda en The Point muchos días es pura adrenalina de la que nos gusta. Bajadón, tubo con suerte, un cutback precioso, un giro, algún carving y un par de cutbacks más, hasta que la ola coge profundidad en el canal. Sin embargo, la derecha verdaderamente es donde está el “turrón”. Más rápida, más potente por momentos y aunque acaba en seco y la izquierda tiene más fama, a mí personalmente me parece mejor ola. De hecho no solo a mí, casi toda la gente trata de irse de derechas y cuando vienen cada año los pros al contest la izquierda prácticamente ni la miran. En cualquier caso, es un olon y ocupa un lugar central maravilloso en todo este coliseo de olas. Desde el parking de The Point a tu derecha estás viendo The Box, también puedes verla desde la playa de Rivermouth, donde Josh Palmeteers, mítico surfero de la zona (creo que junto a Dave Macaulay son los que han ganado más veces el MR Pro) tiene una escuela de surf. Es una playa muy bonita, con el río Margaret a sus pies y tiene días divertidos, sobre todo cuando salta el viento a los otros lados es una buena opción, aunque suele ser un cerrote, o derecha rápida con algo de back wash. Para mojarte viene bien muchos días. Desde aquí ves más cerca The Box. Todos conocemos esta ola, un slab de derechas que en las fotos y posters de casa queda niquelado, pero en directo impresiona. He surfeado dos días pequeñitos y casi es más peligroso. Otro día grande me he puesto en el canal y he visto a 5 bugueros hacerse unos tubazos como castillos. Abierto en el canal, viéndolo cambia la perspectiva de la ola. Además no mola, porque sabiendo que en la zona de Margies ha habido 7 ataques mortales de tiburón en los últimos 3 años, es mejor meterte en el reef. Una locura de ola, tendrá sus días, pero yo principalmente he visto bugueros y dos de los días más grandes si he flipado con la ola. Hacia la izquierda de The Box hay más reefs, pero nada destacable y son reefs muy duros. Volviendo a Surfers Point, a su izquierda esta Southside. Mismo reef que The Point, pero su orientación es distinta. Buenas derechas, bajadas infernales, pero me quedo con la izquierda, que parece que nadie quiere porque acaba en seca, conectando con la derecha de The Point, pero a mí me ha parecido un olón. Los días pequeños es muy divertida. Los días grandes es una lanzadera, y lanza buenos tubos. Suicidal la llaman. 
     
05_nachete_14.jpgPor si fuera poco todo esto, a la izquierda de South Point esta The Bombie, para mi gusto la ola más dura de todas, especialmente después de catarla en directo. Llevaba varias sesiones en The Point y siempre veía a la derecha The Bombie con olas similares, al menos en esa distancia y mucha menos gente. No es que The Point este masificado, tiene muchos días con muy poca gente, pero veía ese otro olón solo. Un día ya me decidí a pegarme el remadon e ir a verlo. Había 4 tíos en el agua y estaban haciéndose algunos de los drops más salvajes que había visto en todo el viaje. Cargado de motivación me decidí a lanzarme en mi primera ola, pero volar desde lo alto, caer sobre el reef y tenerme bajo el agua justo a tiempo para poder salir a la superficie y tomar una bocanada de aire, antes de cazarme la serie de atrás, no estaba en mis planes. “Dios que fuerza y que furia tiene esta ola”- pensé…. Aún sobreponiéndome del wipeout del viaje y sin saber muy bien si salir con el orgullo tocado hacia la orilla o qué hacer, decidí darle una segunda oportunidad. Me di cuenta que todos estaban lanzando sus drops desde una zona más segura que la que yo había inaugurado. Volví baje 3 masucos, mi confianza volvió a mí, pero quizás nunca debió regresar, porque en la cuarta ola comí aún más ricamente que en la primera batida. Después de casi dejarme morir bajo el agua, Neptuno debió apiadarse de mí y decidió que la lección por ese día estaba más que aprendida. “Esto es The Bombie campeón, ahora ve y recoge tu tabla”. En todo el revolcón había sentido como mi leash se había reducido a la finura de un spaghetti, hasta que deje de sentirlo. Bastante tenía yo con luchar por mi vida, como para preocuparme por mi tabla, con su GoPro en la punta, que inmortalizo tan bello momento de mi vida, por si acaso se me pudiese olvidar este massive wipeout (top 3 de mi vida). Sacudiéndome la adrenalina de mi cuerpo, me di cuenta que flotar en mitad de la nada en esas aguas, sin saber dónde estaba mi tabla, ni mi GoPro no era algo bonito. Cuando empecé a nadar en busca de mi salvavidas, aún un poco flasheado por el revolcón de humildad, apareció mi héroe, un ozzy sonriente que portaba mi tabla, GoPro incluida y que había visto toda la jugada. “G´mate. Are U ok? That was radical!” “Yeahhh, sweet, Thank U brother” respondí resignado, mientras me subía a mi tabla y remaba alejándome de una ola con la que desde ese día he mantenido una relación de amor y odio, con alguna sesión divertida, pero mayoritariamente wipeouts para enmarcar.

Escapando de The Bombie están todos los reefs de la preciosa Prevelly Park. Son muy buenas olas y con muy poca gente, que de verdad recomiendo. Sesiones divertidas, donde puedes elegir bien tu ola y disfrutar de una sesión relajada. Al fondo hay una ola que he oído que es muy buena, Boat Ramps, justo al lado de Gnarabup Beach, pero la remada nunca me ha motivado a conocerla. Gnarabup Beach es un lugar mágico, con una playita de agua cristalina y donde iba todas las tardes-noches, cuando salía el viento, o el calor no era tan sofocante, para nadar, bucear y pescar. Hay una escuela de sup y tiene un track muy guapo que va pegado a la playa y que llega hasta Surfers Point, ideal para correr. Toda la zona es alucinante, pero este sitio tiene algo especial. Conocer las olas de Margaret y explorarlas es fácil, basta con seguir la carretera que va pegada a la costa. Pasado Gnarabup fíjate un desvío que pone Ocean View, desde donde verás las puestas de sol más alucinantes y tendrás una visión de todo lo que dejas atrás, espectacular. Luego verás un desvió que pone Breeze Point, que te llevará al derechón de Grunters y desde ahí visualizarás al fondo Gas Bay y la playa de Boodijup. Grunters es una cosa en pequeño, donde se llena de Longboarders, niños y superos mientras que en grande cambia radicalmente y es una ola de consecuencias. A mí me encantó y muchos días está algo más protegida del viento y tiene menos gente. Gas Bay tiene sus días, es una derecha que rompe sobre roca y arena. Suele haber tropa, por lo que si quieres más relax tienes toda la playa de Boodijup para ti solo. Cuando está peque esta playa y Rivermouth son dos de las mejores opciones. Cuando está grande y ves rugir y bombear MR, no sabrás ni por dónde empezar, te sentirás pequeño ante el abanico de posibilidades y entenderás porque muchos hablan de esta zona como el North Shore australiano.

El sol es matador durante todo el viaje y siempre vete encremado y refrescado. Un solo día que no lo hagas, lo pagarás y más que los tiburones, el sol es el verdadero peligro en Australia.

A CLASSIC DAY AT MARGIES – Madrugar, ir a Surfers Point, chequear desde ahí la mejor opción. Si hay suerte y no hay viento surfear The Point y los reefs hasta que sale el viento y buscas refugio en Gnarabup Beach, donde pescas, buceas, nadas y entrenas hasta el anochecer. Cenar, ir al pueblo, descansar y desear otro día así. Consejo – Si te levantas y Margies está desfasado de mar o tocado de viento, vete rápido a Gracetown donde tendrás buenas olas. Yallingup seguramente este igual de desfasado, pero las playas y derechas de Injidup estarán on fire. También Smith beach. Son 40 minutos de coche entre Yallingup y Margaret. Aprovecha cada sesión porque el viento es bastante impredecible. El viento es algo que te acompañará durante todo el viaje y que en algunas zonas puede llegar a desquiciarte. En Margies por las tardes suele salir el viento y a medida que avanzan las tardes va a mas, incluso por las noches es potente. Muchas mañanas madrugas a las 6am y es mejor casi esperar a las 8am que empieza a flojear. Es curioso y distinto a la forma que tiene de actuar aquí el viento, respecto a nuestras playas. Es un paraíso para los kites, windsurfers y amantes del viento. Surfers Point, The Point, es un lugar intenso, donde los surfistas, kites y windsurfistas van relevándose y uno de los spots que más jugo se saca. La verdad que si viviese aquí, creo que acabaría haciendo surf y kite, porque es un paraíso para los dos deportes. Así que si quieres surfear, madrugar es la solución y reza para que no sea uno de esos días ventosos.   
       
Las Moscas – Viento y moscas debería de ser el título del viaje. A esta altura del viaje, las palabras de Gorka Yarritu “Nachete acuérdate de mí cuando estes rodeado de moscas” ya habían adquirido sentido. El calor desde luego ayuda, pero siempre pensé que el viento y las moscas no se llevaban bien…que equivocado estaba. Hay momentos que te encuentras riéndote solo ante la situación de verte con 15-20 moscas encima, sacudirte y al segundo tener las mismas o más. Si es verdad queduran 24 horas, muchas han pasado media vida conmigo y otras he llegado a ponerlas nombre y cogerlas hasta cariño. El zumbido es constante y después de 2 meses de vida con las moscas, sobre mi boli hay ahora una, he llegado a esta interesante teoría. MR se destaca por los viñedos, a las moscas les debe encantar el vino y se ponen muy pesadas y flamencas, en los viñedos salen disparadas por el viento, sin rumbo, hasta que encuentran carne humana, un oasis para descansar de su vuelo y con ganas de compartir su borrachera y ganas de marcha, ellas se creerán que son graciosas y que tienen un puntazo guapo, pero en realidad son más pesadas que el cuñado de Rocky. No es una teoría científica, pero es la única explicación que he encontrado jeje…

CAPITULO 11 – REDGATE, CONTO SPRING Y LA ODISEA BORANUP

Salir de MR te va costar, pero si coges rumbo sur, hacia Augusta hay una desviación a unos 15 minutos que te lleva a Redgate, una playita maravillosa con olitas, agua transparente y un cartel intimidatorio a la entrada de la playa "Danger Sharks". El sitio merece la pena y tiene olas muy divertidas, además de ser un sitio precioso. Más hacia el sur por la carretera que va hacia Augusta encontrarás la carretera hacia Conto Springs. Es un track de barro y arena, pero si no ha llovido es fácil llegar y al final hay recompensa. Mira que hay playas y lugares increíbles a este lado de la costa, pero Conto es seguro uno de los que se lleva medalla. Además, surfearas solo. Llévate de todo si no quieres morir de calor. Rumbo a Augusta de nuevo, la siguiente parada es la playa de Boranup. Sinceramente no recomiendo darse la paliza por el track de barro, son más de 30 minutos cada trayecto y aunque el sitio es alucinante y surfearas solo, demasiado esfuerzo, para poca recompensa. Mi consejo de estas 3 opciones yo me quedaría por orden de calidad de las olas y accesibilidad con Redgate, Conto y Boranup por ese orden.

CAPITULO 12 – EN HAMELIN BAY NO HAY FLAUTISTA Y EN AUGUSTA..?

Camino a Augusta te encontrarás con la preciosa bahía de Hamelin Bay, donde al flautista desgraciadamente no le siguen las olas. Donde sí que hay olas es en Augusta, un pueblo muy bonito, con el río resguardado del viento, donde se bañan los turistas y locales, mientras que la enorme playa y algunos reefs, aunque tienen potencial, son arruinados por el fuerte viento. Otro paraíso más para los amantes del viento

CAPITULO 14 – WALPOLE Y SUS TRACKS INFERNALES

Siguiendo ruta hacia Walpole el viaje se hace largo y tedioso, con la única compañía de los camiones de carga pesada, el macabro juego de ir contando los canguros muertos en las cunetas de la carretera y la relajante envoltura de las grandes secuoyas que rodean la carretera a ambos lados y sin cuya sombra morirías. Es un viaje bonito, pero una vez llegas a Mandalay Beach, a unos 30 km de Walpole, lo único que querrás es entrar al agua y refrescarte. Para ello antes, has tenido que pasar un track de tierra infernal de más de 6 km, aunque se ve que empiezan a prepararlo para asfaltarlo, por dentro del parque nacional, donde canguros, vivos esta vez, cruzan constantemente por delante de tu coche. Cuando llegas a la playa no te lo puedes creer, que bellezón, que preciosidad y lo mejor de todo, te ha costado sí, pero surfearas sin duda solo, quizás con la compañía de algún tiburón. Maravilla de sitio, olas divertidas, pero cuidado con las corrientes, no es broma. Un poco más al sur, esta Sandy Beach, una playa larga, estrecha y pintoresca, pero dudo que tenga olas. Hay un track de unos 3 km y un camping muy guapo pegado al río. Recomendable. Walpole es un pueblo muy bonito que se encuentra dentro de un parque natural que le da nombre y con vida a los dos lados del río. Muy chulo. La siguiente playa es Coalmine. No hay olas, pero si un camping donde poder quedarse. Además de estas playas también encontrarás las de Hush Hush, Circus y Lost, súper bonitas, pero poco oleaje. Donde sí que tienes olitas es en Conspicious Beach y en la bahía de Peaceful, donde hay un pointbreak de derechas, que a pesar del pesado track de tierra, junto con Mandalay son las dos opciones que más te recomiendo en toda la zona de Walpole/ Nornalup.

CAPITULO 15 – MONGE TAK DK. LA VUELTA A CASA Y SUS SECRETOS

06_nachete_14.jpgA unos 20 km de Denmark (DK), dirección hacia Albany está un sitio súper bonito, donde además te dejarán quedarte en la furgo a pie de playa, Parrys Beach, algo complicado durante el viaje, donde tendrás que estar todo el día jugando al gato y el ratón, ya que al tratarse casi todo de playas dentro de parques naturales está muy protegido. En esta zona el viento es tan fuerte que muchas noches sentirás que estas durmiendo en una mecedora de cuna. Desgraciadamente ese viento arruina muchos días el surf durante todo el día. Parrys es preciosa, kilométrica playa de arena blanca, agua cristalina, buenos picos por toda la playa de izquierdas y derechas. Recomiendo quedarse aquí un par de días y cargar pilas. Hacia el sur, dirección DK la siguiente parada que recomiendo es William Bay, donde hay unas playas alucinantes para nadar y bucear, como Green Pool, Elephant Rock, Madfish Bay y Waterfall Bay. Agua transparente y buen point para refrescarte y seguir ruta. Espectacular.

Después de haber vivido un año en Dinamarca hace años, cada vez que veía en el mapa que se acercaba la Dinamarca australiana me traía muy buenos recuerdos. Según entras a DK, pueblo muy chulo, a la derecha verás el cartel de Ocean Beach, cógelo y después te indicará Lights Beach, un sitio alucinante con un pequeño islote con olas y playa inmensa a un lado y al otro una piscina natural. Buenos surfings solo, no me importaría vivir aquí la verdad. Esta dentro del parque natural de William Bay. Recommended. Ocean Beach es para mí el mejor sitio de esta zona. Es la playita de DK, hay una escuela y club de surf, ambiente surfero y olas divertidas por toda la playa, inmensa, de izquierdas y derechas. Bonito sitio, playa espectacular y olitas. Desde lo alto tienes un mirador desde donde se ve todo. Recommended. Verás cientos de canguros por el camino, como en muchos sitios, sobre todo al anochecer y por la noche, cruzando la carretera. De hecho, hay que tener cuidado con esto. DK tiene olitas y algunas de las playas más bonitas que jamás he visto. La verdad que este sitio me ha flipado y tanto a la ida, como a la vuelta, he parado y disfrutado de algunas buenas sesiones en solitario. Vi ses DK Mange Tak.

CAPITULO 16 – ALBANY 2 POINTS

Toda esta zona, Walpole, DK y Albany, son casi todo playitas con picos hacia ambos lados, dentro de parques naturales, cuya belleza es difícil expresarla en papel. No es la máxima calidad, pero como digo surfearas solo y es un buen surftrip, si por la zona de Yallingup y MR no hay olas, o si hay fuerza sur. Porque, no nos engañemos, la calidad de South West Australia son esos 40 km desde Y-MR. Siguiendo con el camino y saliendo con pena de Ocean Beach hacia el sur, hay varias playas, como Robinson, Goat Boat Beach, Lowlands y Mutton Bird beach, bonitas, pero muy expuestas al viento y en cuanto al surfing se refiere nada especial que rascar.

Siguiendo la South Coast Highway hacia el sur, a unos 50 km de DK, encontrarás la pintoresca ciudad de Albany, donde se mezcla la modernidad al más estilo yankee-australiano, con la historia antigua británico-australiana. Es una ciudad muy bonita y con varias bahías muy chulas, como la de Frenchman, un río dónde bañarse y algunas olas destacables como Middleton Beach, la playa de la ciudad, kilométrica, pero muy expuesta al viento, salvo a la derecha del todo, justo donde el edificio de salvamento, donde puedes darte algún baño divertido y hay una escuela de surf. Así todo, las isla de enfrente bloquean mucho la mar. En la bahía de Frenchman, carretera de San Patch hay una ola que dicen los pescadores se surfea, pero la verdad que no invita mucho al surfing… Sharky place.

CAPITULO 17 – CHEYNE BEACH, ESPERANZE Y SUEÑOS DE FUTURO

Saliendo de Albany mi intención era llegar hasta Hopetoun y Esperanza, pero cuando leí el cartel de “Próxima estación Esperanza 476 km” me lo pensé dos veces. Lo poco que había leído e investigado es que el agua estaba más fría y que era mar de grandes tiburones blancos. Pocos surferos y viendo el mapa “¿476 km más para esto?” Por nada del mundo quería perderme el swell que llegaba en 3 días a MR. Entonces estudiando el mapa vi una última opción antes de que la carretera se perdiese en el interior, un lugar que por su ubicación y forma seguro que tenía que haber buenas olas y estaba a tan solo a unos 50 km más al sur de Albany, Cheyne Beach, con ese nombre en Australia, tenía que ser un buen point. Desde la South Highway coge dirección hacia Many peaks y después verás el cartel que te indica Cheyne Beach a 19 km. Según llegas desde lo alto de la carretera te quedas impresionado con la magnitud de la playa, el color de la arena, el agua y….espera que es eso, te preguntas mientras te frotas los ojos, porque aún no das crédito de lo que estás viendo. “¿Es eso un point break de derechas..? En el este de la bahía vas a verlo claro y si exploras un poquito más encontrarás Point Anne y Point Charles, pero casi que te dejo el gusto de hacerlo. Que sitio, baños solo, dos o tres máximo en el agua y un olon en toda regla. Muy recomendable y si después de aquí quieres seguir la aventura hacia el sureste de Australia dirección Adelaida, Melbourne….asegúrate de llevar un buen 4×4, ir bien equipado y soñar con las olas de Cactus Bay, Caves, etc.

CONCLUSION

09_nachete_14.jpgPara mí un viaje representa no sólo el viaje en sí, sino un viaje hacia uno mismo y en ese sentido este destino es inmejorable, porque aparte de surfear, hay pocas cosas más que se puedan hacer. Necesitaba un viaje así desde hace tiempo. Viajar solo siempre es un desafío, pero a la vez un estímulo. Mucho tiempo solo te ayuda a conocerte, reflexionar sobre muchas cosas y pensar sobre aquellas que has hecho bien/mal, que quieres mejorar en tu vida y motivarte en nuevos proyectos y rumbos que quieres coger en tu vida. Cargar las pilas y volver con vibraciones distintas a las que partiste de origen. Dos meses solo dan para muchas vivencias y aunque me encanta viajar con mi hermano Capi, familia, amigos, los últimos años viajar solo me han enseñado mucho y me encanta. Esa intensidad que se genera, al saber que no puedes fallar, pero a la vez esa paz que recibes después de una temporada intensa de escuela. Estar a solas con tu cabeza, tus pensamientos y tu corazón, para lo bueno y para lo malo.

Estoy en el avión, camino a casa, pensando en todo lo que dejo atrás, esa sensación que se tiene cuando terminas un viaje, la incertidumbre de saber si volverás, o si por el contrario estás dejando atrás muchos lugares espectaculares a los que quizás nunca regreses. Mientras, piensas en lo conocido y en lo que te viene, comprendiendo ya que hay muchas cosas que echaré de menos, como Yallingup, MR, especialmente el parking de Surfers Point con sus amaneceres y anocheceres, esas puestas de sol australianas que cada día mejoran a la anterior. El calor y el sol abrasador durante el día que dan paso al frío nocturno. Los cielos, las estrellas, las lunas increíbles y de nuevo un día de sol y calor; un calor y un sol que te ciegan mientras conduces por carreteras de rectas interminables, cubiertas de fauna, vegetación y animales que se cruzan en tu camino, o simplemente te saludan a tu paso; otros, desgraciadamente jamás volverán a saludar a nadie en esta vida, yaciendo en el caluroso asfalto. La vida salvaje. Los animales, la flora y fauna infinita, los bosques y parques naturales. La naturaleza, los paisajes, las playas increíbles y bahías de postal. Levantarte y acostarte con ruidos y rodeado de canguros. Admito que me apasionan los canguros, observarles todos los días se convirtió en una rutina maravillosa. La paz y tranquilidad, el viaje en sí. Surfear hasta caer rendido. La cantidad de sesiones de surfing solo, en sitios alucinantes que se me quedarán grabadas para siempre. La belleza de las playas, algunas interminables de andar, como las de Walpole, Albany y sobre todo Denmark. El tacto y el color de la arena y del agua del mar. Bucear, pescar y pasear por parajes de ensueño. Los nervios dentro del agua, las sombras, la movida tiburón que es constante, los delfines saltando y compartiendo algunas olas…el viaje en sí, incluso, después de tantas semanas incluso puede que acabe echando de menos, aunque lo dudo mucho, al viento y a las moscas, las moscas, las moscas… ¿Para qué sirven las moscas?

10_nachete_14.jpgLos australianos tienen una calidad y nivel de vida alto, cogiendo lo mejor de States y Europa y haciéndolo a su propia manera. Tenemos mucho que aprender de los australianos, de cómo cuidan las playas, la naturaleza, el amor que sienten por los animales, la movida de los perros en las playas, las instalaciones a pie de playa que tienen, los baños, las papeleras, el culto al deporte… aunque no nos engañemos, tienen un problemón con el alcohol y no tienen ni idea de lo que es una buena fiesta. La gente en general es enrollada, algún local mamon… ¿Pero dónde no los hay..?

Muchas veces nos vemos viviendo tiempos pasados o futuros, pero creo que lo bueno del surfing es que te hace vivir el presente. Al ver a tanta gente mayor surfeando en el agua durante este viaje, especialmente en Yallingup y MR he comprendido lo que el surf es y significa para tanta gente, en la cual me incluyo. Habiendo aprendido a surfear siendo tan pequeño, creo que el surf une todas las etapas de nuestra vida y muy especialmente nuestro estado actual con nuestra infancia. Nos hace sentirnos como cuando cogíamos aquellas primeras olas y renunciar al surf, sería de alguna forma tener que cortar ese cordón umbilical con nuestro juego favorito, que son las olas y surfear. Es lo que nos da paz y armonía. Dejar salir el salitre de nuestras venas a esta altura de nuestras vidas, sería como renunciar a nuestro yo más personal, a todo aquello con lo que hemos crecido. No podemos olvidar todo lo que el surf nos ha dado, aportado y enseñado durante todos estos años. Mirar la excitación de un señor de 60 años al bajar una ola y sentir lo mismo que cuando era niño. Aferrarse a esa juventud añorada, que aun sabiendo que no volverá, es el surf, algo tan simple como eso lo que nos mantiene jóvenes y vivos. Cuando veo a ese señor de 60 años y le miro a los ojos, no se las mil y una batallas que habrá tenido en su vida, pero sé que se siente joven cuando surfea, como un niño y pienso- “Yo también quiero ser un niño a los 60”. Como dice el gran Mr. Pipeline, Gerry Lopez  “El mejor surfista en el agua es el que se lo pasa mejor”

Muchas veces le damos más importancia al surf de lo que deberíamos, cuando en realidad es pura y simplemente eso, diversión y conexión con la naturaleza. No querer crecer, saber que tus problemas se quedan fuera del agua. Las cosas que ves dentro del agua son extrapolables al mundo real fuera, en la orilla. Ves cosas, actitudes, personalidades… todos deberíamos de esforzarnos, dentro y fuera del agua y hacer de este mundo algo mejor, más solidario y humano. Un niño no tiene maldad y la poca que puede tener es imitada al verlo en adultos. El surf no es maldad, son los problemas y actitudes de fuera que salpican nuestras aguas. Muchas veces ese “bravado” que tenemos todos, también me incluyo, por surfear mejor o peor, ser esto o aquello, debería hacernos pensar y recapacitar que no somos nada ni nadie más que el de la izquierda o derecha, que se encuentra ahora mismo en el agua, junto a ti…y ese, al igual que tú, se siente como un niño.

Siempre he pensado que un viaje es mucho más que el viaje en sí, es también un viaje hacia el interior de uno mismo, hacia tus pensamientos y tus sentimientos, hacia tu corazón y tu cabeza. Soy consciente que cada vez que hago un surfari, especialmente solo, me pierdo muchas cosas atractivas, culturales e históricas de ese país. Es algo que doy por hecho cuando viajo a surfear. Hay mil australias dentro de Australia y este relato de mi viaje no ha tenido mayor pretensión que, en muchos momentos dar coherencia a mis pensamientos y mi soledad, no perder la cabeza, pero sobre todo ayudar a todos aquellos que estén planeando este surftrip y a los que no, motivaros a realizarlo algún día, desearos un buen viaje y animaros a que sigáis siendo y sintiéndoos como niños.

Keep on surfing. Pase lo que pase en tu vida, sigue remando. Peace

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