(Justo cuando pensabas que no…)

Justo cuando parecía que todo o casi todo estaba perdido, llegan noticias esperanzadoras, vuelve el CT. Vuelve la liga mundial de surf profesional y con importantes cambios. A medida que la vida va transcurriendo uno se va dando cuenta de que efectivamente lo único cierto aparte de “los impuestos y la muerte” (como tiene Sunny García tatuado en su cuerpo) es el cambio. Más en un deporte que toma lugar en un medio líquido, no puede ser de otra forma.

Si nos remontamos a los primeros campeonatos de surf y los comparamos con los de hoy vemos una evolución brutal semejante al hombre primitivo haciendo fuego al lado de la cueva hasta poder volar en aviones o tener un teléfono en el bolsillo que te conoce mejor que tú mismo. Pero de poco sirve quedarnos boquiabiertos ante los cambios vertiginosos que se nos presentan a diario, aunque no es para menos. Como surfista siempre pienso que la mejor opción es intentar adaptarse al medio, conocer las corrientes, esperar y escoger; en el agua y en la vida y ¿por qué no? procurar sacar lo mejor de cada situación que se presenta como una serie que se aproxima y sólo ves líneas a lo lejano y buscas descifrar por donde tirar…

Pero a lo que vamos ¿cuáles son los principales cambios para el WCT 2021? La última mutación del circuito profesional de surf promete más espectáculo y como explica el CEO de la WSL Erik Logan: buscar “los mejores surfistas del mundo en las mejores olas del mundo.”

El primer cambio importante es que la temporada 2020 se ha cancelado completamente. La buena noticia es que la del 2021 empieza en, 2020. Sí, hay que asimilarlo pero es así. No tendremos que esperar hasta después de las uvas para ver volar a Toledo o ver la reluciente calva de Slater desaparecer en cavernas verdosas y reaparecer y desaparecer y reaparecer de nuevo. Arranca en noviembre en Honolua Bay y serán las mujeres las primeras en encender la llama de la nueva temporada. El cuadro masculino arranca a lo grande en diciembre en lo que es el templo del “milagro de 7 millas” de la costa norte de Ohahu: Pipeline.

Esto nos lleva al siguiente cambio importante; la temporización y las ubicaciones de los campeonatos. A destacar que desaparece Francia de la lista de los destinos del Dream Tour. Una gran pérdida de un evento clásico para Francia y toda la comunidad europea del surf. En Europa sólo nos queda Portugal, menos mal. La temporada comienza en noviembre y termina en septiembre.

El siguiente y quizás más relevante cambio es el WSL Finals. Los top 5 clasificados disputarán el campeonato en una especie de “play off” en un lugar aún por determinar, o por lo menos no se ha revelado. No cabe duda de que habrá condiciones óptimas y espectáculo de lo lindo. Parece que a los que mandan en el WSL les ha cogido el gusto a la final del año pasado: Ferreira/Medina, número 1 vs número 2 decidiendo el mundial en el agua en una manga.

Otros de los cambios a tener en cuenta pero que no se materializará hasta la temporada 2022 es el dichoso corte. Después de las cinco primeras pruebas habrá un «ERTE» entre los top 36 hombres que se quedarán en 24 y las mujeres de 18 a 12 relegando a los que bajan a probar su suerte en la serie Challenger que irá desde agosto hasta diciembre. La organización intenta separar los circuitos para que los surfistas puedan centrarse en uno sólo a la vez.

Otra novedad es que las mujeres volverán a las espectaculares y peligrosas olas del temido Teahupoo, Chopes, o “The end of the road” donde no surfean desde 2006. Ahora en el 2020 se asomarán al abismo azul de izquierdas verticales sobre montañas volcánicas de corral y dirán “me too!” antes de agarrar canto y entubarse demostrando su destreza y valentía que cada vez destaca mas a medida que pasan los años.

Esta nueva vuelta de tuerca de la WSL tiene miga, y promete. Llama la atención como este deporte se va adaptando a los tiempos y los cambios que piden intensidad y fuera todo lo que sobra. Minimizar para maximizar. Claro está también que buscan dar el mejor espectáculo posible que luego dará el máximo beneficio posible, pero así está montado el juego. El que no corre, vuela. O como canta Dylan:

And you better start swimmin’
Or you’ll sink like a stone
For the times they are a-changin’

(Más vale que empieces a nadar o te hundirás como una piedra. Porque los tiempos están cambiando)

N. Moramarco